1-A orillas del Paraná

Encarnación, Paraguay — domingo, 26 de diciembre de 2010

Mi segunda experiencia mochilera comienza aquí, en este viaje que tiene como primer destino la ciudad de Posadas, capital de la provincia argentina de Misiones. En realidad, Posadas no es el destino en sí mismo, sino un lugar de paso para conocer las Misiones Jesuíticas de Trinidad y Jesús en el sur de la República del Paraguay.
El viaje desde Moreno hasta Posadas fue muy tranquilo, con excepción del bullicio causado por la cantidad de niños que viajaban en el micro, de todas las edades, que corrían por el pasillo, peleaban, jugaban, reían y lloraban. De todos modos, aquello no me impidió dormir durante la noche, y llegué a Posadas cerca de las 7 de la mañana.

En la terminal de ómnibus de esta ciudad sólo había un local encargado de guardar equipajes, y como pretendía pasar buena parte del día en Paraguay, debí esperar hasta las 8, a que abrieran el guardaequipajes, así que aproveché para desayunar: un café con leche con los chipas más rico que probé jamás.
Una vez que puede deshacerme de mi mochila, tomé un colectivo hasta Encarnación, la ciudad paraguaya que se encuentra frente a Posadas, cruzando el río Paraná por el puente internacional San Roque González de Santa Cruz, nombre que lleva en honor al fundador de las dos ciudades.

Una vez que cruzó el Río Paraná, el colectivo (que iba repleto de gente), me dejó en la aduana argentina donde hice sellar mi salida de la Argentina, y a unos pocos metros, sin necesidad de pagar otro boleto, tomé el colectivo siguiente que me dejó en la oficina de migraciones del Paraguay, para después repetir el procedimiento que fue bastante rápido. Allí aproveché para cambiar algunos pesos argentinos por guaraníes. El tipo de cambio era sencillo: cada 10 pesos argentinos me daban 10.000 aguaraníes.

El tercer colectivo fue el que más demoró en llegar (unos 20 minutos), me llamó la atención que las condiciones del vehículo no eran de lo mejor, pero sin embargo había en su interior una gran pantalla de LCD que hacía más entretenido el trayecto, y en menos de media hora estuve en la terminal de micros de Encarnación.  


En aquel lugar repleto de gente, de vendedores ambulantes y colectivos, me llamó la atención que casi nadie hablase castellano, todos lo hacían en guaraní, y los que hablaban castellano lo hacían con un acento tan particular que me resultaba prácticamente imposible comprenderles.
En una de las ventanillas compré un pasaje a Trinidad donde estaban las primeras ruinas que pretendía conocer. Cuando desaparece la zona urbana, el paisaje se vuelve muy atractivo: tierras coloradas y mucha vegetación, muy parecido al del lado argentino en Misiones. Una señora me avisó donde debía bajar, y el chofer, muy amable me explicó cómo debía llegar desde la parada del colectivo hasta el complejo arqueológico.


Algunos precios de referencia:

-Pasaje Moreno (Buenos Aires)-Posadas: $ 283
-Desayuno en la Terminal de Posadas (café con leche + 3 chipás): $ 13
-Guardaequipajes: $ 6
-Colectivo Posadas-Encarnación ida y vuelta: $ 8